La tragedia
griega es un género teatral originario de la antigua Grecia inspirado en los
ritos y representaciones sagradas que se hacían en Grecia y Asia Menor, alcanza
su apogeo en la Atenas del siglo V a.C.
La tragedia es
una forma dramática cuyos personajes protagonistas se ven enfrentados de manera
misteriosa, inexpugnable e inevitable contra el universo o los dioses,
moviéndose siempre hacia un desenlace fatal por una fuerza ciega, la fatalidad,
el sino, el hado o fatum, anunciado siempre por diversos oráculos. Las
tragedias han de acabar generalmente en la muerte o en la destrucción física,
social, intelectual o moral del personaje principal, quien es sacrificado así a
esa fuerza que se le impone, y contra la cual se rebela con orgullo insolente.
Como fuente
principal de estudio y comentario he seleccionado El Nacimiento de la Tragedia de Friedrich Nietzsche por su visión
más controvertida, polémica y dual de la cultura griega.
En El
Nacimiento de la Tragedia Nietzsche nos plantea la cultura griega clásica
como una dualidad entre dos polos opuestos: Lo apolíneo (o apolínico) y lo
dionisíaco. Esta dualidad queda
reflejada en el arte griego por excelencia: La tragedia.
Lo apolíneo
El término hace
referencia al dios Apolo. En la leyenda homérica,
Apolo era sobre todo el dios de la profecía, solía otorgar dicho don a aquellos mortales a los que amaba. Apolo
era un músico dotado, que deleitaba a los dioses tocando la lira. Era también un arquero diestro y un atleta
veloz, acreditado por haber sido el primer vencedor en los juegos olímpicos.
También era el dios de la agricultura y de la ganadería, de la luz y de la
verdad, del arte entendido como justa medida de representación y enseñó a los humanos el arte de la medicina.
Todas estas acreditaciones convierten a Apolo en emblema
del llamado carácter apolínico, que se caracteriza por la claridad de
pensamiento, la racionalidad, la fijación de límites como yugo a las fuerzas
salvajes de la naturaleza. Su arte primordial sería la escultura por su
capacidad de representar en justa medida la realidad. La serenidad, el equilibrio, la templanza o
la rectitud son también características del llamado carácter apolíneo.
Lo dionisíaco
El término hace referencia al dios Dionisio. Dios del
vino, inspirador de la locura ritual y el éxtasis. Se le suele caracterizar de dos
maneras: una como dios de la vegetación, específicamente de los frutos de los
árboles, que aparece representado a menudo en los vasos áticos con un cuerno
con bebida y racimos de uvas. La segunda caracterización del dios apunta a los
misterios de una divinidad que inspiraba cultos orgiásticos, de los que son
ejemplo las ménades o bacantes. Este grupo de mujeres abandonaba el hogar y
vagaba por el desierto entrando en un estado de éxtasis en su devoción al dios.
Vestían pieles de cervatillo y se creía que poseían poderes ocultos.
Esta segunda
imagen de Dionisio es la que mejor refleja el carácter dionisíaco. Reflejo del
desenfreno, de la naturaleza salvaje, descontrolada, peligrosa y hasta mortal.
Reflejo también de lo natural, instintivo, irracional y místico. Estudios sobre
Dionisio le sitúan como un dios importado de Oriente, de las culturas más
místicas, de la superchería y la elucubración de Tracia, Frigia, Anatolia,
Libia o Arabia. En todo caso son sus significativos rituales los que dieron
origen a lo que acabaría siendo la tragedia griega.
Conjunción de lo apolínico y lo dionisíaco en la tragedia griega
Como se ha
indicado anteriormente, el origen de la tragedia griega (según lo que Nietzsche
expone en El nacimiento de la tragedia)
se encuentra en las bacanales en honor a Dionisio. El culto a este dios
“extranjero” llegó a Grecia desde Oriente, ganando adeptos rápidamente.
En la
floreciente cultura griega estos rituales tenían una función más allá de la
simple adoración. Al alcanzar cotas de éxtasis, desinhibición y placer tan
altas, los participantes se sentían en un estado de comunión perfecto. La
sensación de formar parte de un todo indivisible, el conjunto, la masa, la
marea de cuerpos y mentes unidos por un estado superior de exaltación. El
bienestar obtenido a través de la sensación de saber que no se está solo en el
mundo.
Cuando la
bacanal terminaba y los participantes recobraban plena conciencia de su ser
caían en un estado de depresión, tristeza y abatimiento enormes. La cruda
soledad del momento de despertar les recordaba cuan duro es el mundo.
Los griego
recogieron todas estas experiencias y las pasaron por el filtro de lo
apolínico, transformando las orgías bárbaras y descontroladas en la tragedia
griega clásica. Estructuraron y
reglamentaron la representación de la brutalidad de la Naturaleza y lo violento
de la vida. “Civilizaron” lo irracional e impulsivo para refinarlo en un noble
arte digno de la elevada cultura griega.
La función de
la tragedia seguía siendo la misma, la catarsis (entendida como purga o
purificación). Los espectadores se hacen partícipes de la obra en el momento en
que ésta les hace sentir todo un conjunto de fuertes emociones. Los actores
promueven las emociones con la trama y el desarrollo de la obra, mientras que
el coro, gracias al efecto de la música lo une todo en un elemento simbólico
común. Gracias a la tragedia los griegos purgaban de su cuerpo esta amalgama de
fuertes emociones, las descargaban en la representación, de la misma forma que
los asistentes a un partido de fútbol.
Para poder
realizar esta importante función el tema y la trama de la tragedia griega debía
ser pesimista por esencia. Debía reflejar extremadamente lo dura, horrible y
cruel que puede llegar a ser la vida. Los espectadores debían ver reflejadas
las penurias y desgracias que les podían acaecer a cualquiera de ellos para
sentirse bien. De ahí los siempre fatalistas argumentos.
El héroe trágico
A
través de uno de los héroes trágicos más arquetípicos de la historia, Edipo,
veremos cuáles son los rasgos que lo caracterizan, distinguiéndolo así de los
héroes de la mitología contemporáneos a su época.
Edipo
es el héroe trágico por excelencia, y posiblemente el más conocido incluso en
la actualidad. No sólo ha dado lugar a multitud de adaptaciones y
actualizaciones del personaje, sino que incluso lo bizarro de su temática ha
sido muy utilizado por la cultura popular de nuestra época.
Ya
antes de nacer, Edipo estaba condenado por una terrible profecía emitida por el
Oráculo de Delfos al Rey Layo de Tebas. La profecía dictaba que el hijo varón
de Layo lo mataría y se casaría con su esposa, Yocasta. Para evitar tan
terrible destino, Layo y Yocasta abandonaron a Edipo a la intemperie. Sin
embargo, Edipo fue recogido por unos pastores y, eventualmente, llegó a ser
adoptado por el rey Pólibo, el cual creyó toda su vida que era su verdadero
padre.
Edipo
pasó su infancia y adolescencia en la corte de Pólibo. Tras un tiempo, por
distintos motivos según la versión, Edipo sospecha de su ascendencia, y realiza
un viaje para averiguar la verdad del Oráculo. En el transcurso de este viaje a
Edipo le es revelado su funesto destino y, resuelto a evitar por todos los
medios la más remota posibilidad de dar muerte a quien cree su padre, Pólibo,
se exilia y va a parar a Tebas, donde en un cruce tiene un altercado con un
pomposo viajero al cual da muerte. El viajero resulta ser el Rey Layo,
cumpliéndose así parte de la profecía, aunque ignorante Edipo prosigue su
camino.
En
Tebas Edipo llega a enfrentarse a la
Esfinge, un monstruo mitad león y mitad mujer famosa por sus
enigmas, así como por la terrible muerte que seguía a quienes no hallaban la
respuesta adecuada. Edipo, sin embargo, resuelve no uno si no dos enigmas,
llevando a la Esfinge
a la locura y a despeñarse por un risco. Alzándose campeón los tebanos lo
coronaron rey, ofreciéndole la mano de la viuda Yocasta en matrimonio. Edipo
aceptaría, cumpliendo así la última parte de la profecía.
Edipo en este punto ha roto dos de los tabúes
de la sociedad, el parricidio y el incesto, y por tanto los dioses castigan
Tebas con una plaga. El misterio de esta plaga queda rápidamente resuelto
cuando el oráculo responde que es consecuencia de la muerte del rey Layo, por
lo que Edipo perseguirá a los supuestos bandidos que asesinaron al anterior rey
hasta que, finalmente, conforme la red de evidencias se van cerrando entorno al
trágico héroe, los protagonistas toman conciencia de cómo la fatídica profecía
del principio de la historia se ha cumplido, Yocasta se suicida, y Edipo se
saca los ojos y se arroja al exilio.
En
la historia de Edipo encontramos todos los rasgos que caracterizan al héroe
trágico. A grosso modo, podemos
resumir que el Héroe Trágico es aquel que se revela contra su Destino nefasto,
sin éxito, y finalmente es consumido por él.
El
Destino existe por encima de las vidas de todos los humanos. Rige sus vidas, y
es inexorable e ineludible. No importa en absoluto las cualidades de la
persona, pues séase virtuoso o villano, el Destino llevara a uno y a otro a
cumplir con lo que le corresponde independientemente de las cualidades o la
moral de cada uno. Además, es un Destino que está al alcance de los seres
humanos. Mediante Oráculos y Profetas uno es capaz de conocer su Destino (de
forma más o menos enigmática), y lo correcto por parte del héroe sería seguir
los pasos que le dicta su Destino. Sin embargo, el Héroe Trágico siempre se
revelará contra su Destino, por razones más o menos nobles, y procurará
evitarlo a toda costa. Este enfrentamiento contra su Destino, generalmente,
aunque estará repleto de hazañas heroicas y grandes sacrificios, no servirá de
nada pues el Destino se terminará cumpliendo. Además, los mismos actos que el
Héroe Trágico lleve a cabo para evitar su Destino serán los que precipiten el
cumplimiento del mismo, remarcando de este modo la futilidad del esfuerzo y el
insuperable poder del Destino. Más aún, todo el mal vaticinado por un Destino
nefasto aumenta cuanto más se resiste el Héroe Trágico a entregarse a él.
Las
Hazañas que el Héroe Trágico lleva a cabo son sobrehumanas y legendarias, pero
suelen tener un precio para el Héroe. Requieren de este, además de algún tipo
de proeza que sólo él puede hacer, un sacrificio personal que debe entregar
para tener éxito. Además, como se ha dicho anteriormente, el éxito que
cosechará ante la adversidad momentánea, tenderá a la larga a formar parte de
la cadena de sucesos del Destino nefasto que culminarán en la desgracia para el
Héroe.
Finalmente,
el Héroe y sus allegados siempre terminan mal. El desequilibrio que el Héroe
Trágico provoca al intentar escapar a su Destino se convertirá en una espiral
que recogerá a todos los personajes cercanos al Héroe, y todos ellos caerán en
la culminación del Destino. Además, esto ocurrirá por la acción directa del
Héroe en su refriega; Los personajes que envuelven al Héroe no están destinados
a caer, pero la batalla del Héroe contra el Destino los arrastrará con él.
En
la historia de Edipo vemos claramente que la profecía existe antes incluso de
que el Héroe haya nacido y cómo los diversos intentos de evitar el destino se
van cobrando sacrificios en las vidas de los implicados. Edipo mata a su padre
huyendo precisamente de cumplir su Destino como parricida, y a la vez el
malentendido es provocado por el intento del Rey Layo de evitar el cumplimiento
de la profecía abandonando a su hijo. Edipo vaga hasta Tebas en un exilio
auto-impuesto y pasando penurias, y precisamente la aparente “victoria” contra la Esfinge tiene como premio
el cumplimiento de la segunda parte de la profecía; la del incesto. Finalmente,
la plaga se cobra numerosas vidas en la ciudad, lo cual no estaba en la
profecía, pero ocurre porqué Edipo y Yocasta están convencidos de que han
burlado al Destino. Cuando este se desata, la muerte es la recompensa de
Yocasta, y el exilio y la ceguera lo son para Edipo, dejando tras de sí una
ciudad sin reyes y consumida por la peste.
La tragedia en Star Wars
La
tragedia y su característico héroe han sobrevivido a las inclemencias del paso
tiempo y se han mantenido como género con total vigencia e importancia. El
motivo es simple: Su función y su temática son atemporales, el ser humano
necesita descargar y limpiar sus frustraciones, miedos, inseguridades… el paso
del tiempo únicamente a hecho evolucionar el formato por el cual disfrutamos
tanto de las tragedias modernas como clásicas, y como ejemplo clarísimo de
tragedia moderna tenemos Star Wars.
Esta
saga de seis películas iniciada en 1977 y terminada en 2005 es posiblemente una
de las mayores tragedias de nuestro tiempo. Ahorrándonos las gran mayoría de
escenas de acción analicemos la historia de Anakin Skywaker.
Anakin
nace en Tatoine, en el extremo más lejano y remoto de la galaxia. Es esclavo de
un chatarrero hasta que una pareja de jedis, que por avatares del destino han
acabado en ese planeta, lo liberan y se lo llevan con él para formarlo como Jedi.
Ya
en sus inicios lo envuelve un halo de misterio, su madre asegura que nunca hubo
un padre (asemejándolo así a Jesús, nacido gracias a la divina providencia) y
su innata capacidad para sentir, controlar y manipular la Fuerza le valdrán el
título del Elegido “aquel que traerá el
equilibrio a la Fuerza”. De esta forma tenemos el elemento profético
marcado. Es un personaje singular, dotado de un futuro cargado de
responsabilidad.
Cuando
es presentado ante el Consejo Jedi para poder aprender el camino de la Fuerza
el maestro Yoda deja patente el miedo latente en el joven Anakin. No niega su
gran conexión con la fuerza, sino que es posible que ya sea demasiado mayor
para aprender a llevar la vida de desapego emocional que se requiere para
convertirse en Jedi. A pesar de todos los avisos y advertencias finalmente se le acepta como padawan.
Durante
su entrenamiento como padawan suceden dos episodios cruciales: Su madre muere
tras ser secuestrada por bandidos tusken y se enamora de Padme, reina del
planeta Naboo y senadora galáctica.
Durante
el transcurso de la guerra civil que azota la galaxia Anakin es nombrado
Caballero Jedi mientras que su relación con Padme ha transcurrido en secreto
para todo el mundo. Pero la pérdida de su madre sembró la semilla del peor de
los miedos en su interior. Sueños y visiones donde su amada también muere lo
atormentan. Su obsesión por hacerse poderoso y de esta forma evitar que sus
seres queridos mueran es palpable. Su jovial y alegre carácter se va agriando
conforme ve que las visiones y sueños premonitorios persisten. Además, el
senador Palpatine también instiga y acrecienta ese miedo y su ansia de poder.
Padme
da la noticia a Anakin de que está embarazada, lo que será el argumento final
para que esté dispuesto a hacer todo lo que esté en su mano para evitar que se
cumplan sus funestos sueños premonitorios. Claro reflejo del héroe trágico que
lucha con uñas y dientes contra su Destino.
La
relación de Anakin con el nuevo Emperador de la Galaxia llega a tal punto de
confianza que éste le confiesa ser un Sith, enemigo mortal de los Jedi, la cara
opuesta en el equilibrio de la Fuerza. Anakin, alarmado y con una terrible
lucha interna decide delatarle al Consejo Jedi, pero en el fondo su destino ya
está escrito:
Cuando los Jedis se disponen a
detener al malvado Sith Anakin decide convertirse en todo aquello contra lo que
había jurado luchar: Ayuda a Palpatine/Darth Sidious a destruir a los Jedis y
sella su pacto de fidelidad al lado Oscuro de la Fuerza a cambio del poder
necesario para evitar la muerte de su amada.
Cuando Padme ve en qué se ha
convertido Anakin lo rechaza. Ya nada queda en él de lo que era antes; Obi-wan
a su vez se ve obligado a luchar a muerte contra su antiguo alumno, su mejor
amigo y compañero de armas. Tras una cruenta batalla Obi-wan deja malherido a
Anakin que, entre agónico sufrimiento y dolor, jura su odio eterno hacia el y
hacia los Jedis. Es ahí donde finalmente Anakin muere y nace Darth Vader.
Padme morirá poco después de dar
a luz a sus dos gemelos. Se afirma literalmente que ella misma se deja morir,
ya nada tiene por lo que luchar, la muerte de Anakin provoca la suya propia. Es
la culminación de la tragedia. Todo aquello por lo que el heroe lucha para
evitar se cumple por su propia culpa y esfuerzos. Vemos como se cumplen todos
los principios del héroe de la tragedia griega: Su destino está marcado a
través de la Fuerza que le avisa y le advierte de su futuro. Se enfrenta a ese
destino fracasando irremediablemente a pesar de todas sus gestas y proezas,
muriendo en el proceso y trayendo la mas terrible desgracia a todos aquellos que
le rodean: La muerte de Padme, la casi aniquilación de los Jedis y la
instauración de un totalitario Imperio galáctico gobernado por un Lord del
Sith.