Tras el irremediable visionado de The Dark Knight Rises no he podido
evitar el aprovechar la oportunidad de escribir un artículo relacionado
con el mítico Caballero Oscuro.
Antes de empezar tengo que
señalar que me limitaré a hacer referencia a la historia y personajes de
la saga de películas del director Christopher Nolan: Batman Begins
(2005), The Dark Knight (2008) y The Dark Knight Rises (2012). De esta
forma el texto y las referencias serán más accesibles para todos
aquellos no versados en las peripecias del Murciélago en sus 73 años de
historia.
Estas películas tienen algo en común en lo que a sus
villanos se refiere: Tanto Ra’s al Ghul, como el Joker o Bane no son los
clásicos malvados que buscan enriquecerse salvajemente o realizar
alguna clase de macabra y sangrienta venganza, son antagonistas que
quieren destruir, cada uno a su manera, el modelo actual de sociedad y
redefinirlo según sus propios ideales.
En Batman Begins
nos encontramos con Ra’s al Ghul (interpretado por un convincente Liam
Neeson), líder de la Liga de las Sombras, organización que se ha
dedicado durante siglos a purgar al mundo de las civilizaciones y
sociedades que se han corrompido o caído en la decadencia. Según
palabras del mismo Ra’s al Ghul, fueron ellos los que provocaron la
caída de Roma, la destrucción de Constantinopla o el incendio de
Londres. Sociedades que ellos juzgaron como corruptas y decadentes. En
esta ocasión es Gotham la que debe ser purificada. Para ello Ra’s al
Ghul pretende asesinar a todo hombre, mujer y niño de la ciudad gracias a
una potente droga psicotrópica y alucinógena desarrollada por el
Espantapájaros. Es un drástico borrón y cuenta nueva, si la manzana está
podrida destrúyela y planta una nueva semilla. El líder de la Liga de
las Sombras no cree que los habitantes de Gotham sean inocentes, sino
que están tan perdidos y condenados como la ciudad y, por extensión, la
sociedad en la que viven. Como parte intrínseca e indispensable de la
ciudad el buen ciudadano medio es tan culpable como el mafioso o el
político corrupto por permitir que éstos hayan echado a perder su mundo.
Es una perspectiva drástica y brutal, la sangre fría necesaria para
juzgar algo así y llevar a cabo la sentencia es tan grande que dudo de
que hasta el mismísimo Maquiavelo justificase tal atrocidad a pesar de
ser por un bien mayor.
En The Dark Knight el villano
principal es el Joker (interpretado por un brillante Heath Ledger). El
carismático payaso inicialmente se asocia con la mafia para eliminar a
Batman y permitirles así volver a enriquecerse impunemente a costa de la
ciudad. Pero pronto se ve que los planes del Joker van más allá del
dinero. Con una mezcla de locura, sadismo, planificación y armamento
pesado consigue poner en jaque a toda la ciudad y al propio Batman. Sus
macabros juegos ponen paulatinamente a prueba la moral y la integridad
tanto de Batman como de Gotham. Tenemos que esperar al final de la
película para apreciar su verdadero objetivo: Crear un estado de
anarquía y caos absoluto. Desea derribar a base de explosivos los
pilares morales de la sociedad, minando la fe de los ciudadanos en la
capacidad del gobierno y las fuerzas del orden para protegerlos y de
esta forma relegarlos al estado más básico de la humanidad, la
no-sociedad, el mundo sin ley ni orden, la guerra de todos contra todos.
Solo gracias al baluarte de esperanza que simboliza Batman se consigue
detener de forma física al Joker, pero es de forma moral la mayor
derrota que sufre éste carismático villano, al comprobar como el pueblo
de Gotham se niega a participar en su macabro juego. En una tensa y muy
emotiva escena tanto el barco cargado de civiles como el barco cargado
de criminales se niegan a hacer explotar a la embarcación contraría para
salvar sus propias vidas, demostrando una entereza increíble para
sorpresa del Joker.
En The Dark Knight Rises el
antagonista consigue su objetivo. A diferencia de Ra’s al Ghul y el
Joker, Bane (interpretado por un carismático Tom Hardy) consigue
instaurar con éxito un Estado propio. En una maniobra estratégica
extraordinaria suprime en un solo golpe a todas las fuerzas armadas de
Gotham enterrándolas bajo tierra, dejando así la ciudad a su merced,
además tras un combate singular y desigual aplasta a Batman y lo deja
confinado. Para terminar de rematar su victoria Bane se hace con un
artefacto nuclear y bajo la amenaza de hacerlo explosionar evita que
nadie pueda entrar o salir de la ciudad: Su victoria es total. A pesar
de ser una enorme masa de músculos Bane es un estratega brillante y un
líder carismático. Justifica todos sus actos a partir de la similar idea
de Ra’s al Ghul de purgar a la ciudad de todos sus males. Políticos,
banqueros, jueces… todos los ricos y poderosos de Gotham son
drásticamente destronados y juzgados en una burla de juicio presidido
por Jonathan Crane (alias “el Espantapájaros”). Bane libera a todos los
presos y los convierte en la nueva autoridad de la ciudad. En ningún
momento busca la anarquía o el caos, sino “hacer limpieza” e instaurar
un nuevo orden bajo su retorcido ideal de justicia. La despiadada sombra
de la
Liga de las Sombras y de Ra’s al Ghul sigue flotando sobre
la ciudad, puesto que el artefacto nuclear robado hará explosión tanto
si se siguen las condiciones marcadas por Bane como si no. Es en esta
última película donde vemos el mensaje más directamente anti-sistema.
Bane no deja de arengar a sus fieles seguidores sobre lo podrida que
está Gotham. Sus discursos sobre revolución y cambio son contundentes y
llegan a humillar la férrea convicción de Batman de proteger la ciudad.
Ra’s
al Ghul, el Joker, Bane… tres grandes villanos que a su retorcida
manera intentan destruir el sistema de gobierno establecido. Como hemos
visto cada uno tiene su justificación, pero el objetivo es el mismo. En
el mundo en que vivimos, con la dramática situación económica en la que
estamos, quien más o quien menos ha tenido dudas de que el modelo de
gobierno, el modelo económico o el modelo de Estado sea el correcto.
¿Pero entendemos bien qué es y qué simboliza el concepto de Estado?
Thomas
Hobbes en su obra Leviatán teorizaba con el hecho de que el ser humano
en su estado mas natural es libre e independiente, pero esa misma
libertad provoca que se viva bajo el peligro constante de caer en la
guerra de todos contra todos (bellum erga omnes), sin una autoridad que
nos gobierne nada ni nadie nos impide robar, asesinar, violar… según él
“el hombre es un lobo para el hombre” ( Homo homini lupus), en relación a
las atrocidades que puede llegar a hacer el ser humano cuando está
descontrolado. Es por esto que se crean los Estados, para protegernos de
nosotros mismos.
Pero a pesar de que el Estado nos protege de
nosotros mismos a través de las leyes y nos procura una vida en mayor o
menor grado digna, ¿quién nos protege del Estado? ¿Quién juzga cuando el
Estado está abusando de sus habitantes? En “El Manifiesto Comunista”
Karl Marx y Friedrich Engels postulaban que la historia de la humanidad
es sinónimo de la lucha de clases: Esclavos contra hombres libres,
vasallos contra señores, proletarios contra burgueses…está lucha
constante de los oprimidos contra los opresores es el motor de la
historia. Las revoluciones sociales son la única forma real de evolución
y como tales son por la fuerza. Ningún poder gobernante cede
voluntariamente sus privilegios ante aquellos a los que oprimen, por lo
que solo por la fuerza pueden ser derrocados.
Podemos estar más o
menos de acuerdo con estas ideas al defender o no la violencia llegado
el momento, pero lo que no podemos negar es que la historia del ser
humano está plagada de ejemplos que demuestran su utilidad: La
Revolución francesa, la guerra de independencia americana o la caída de los tzares en Rusia son algunos de los ejemplos.
Desde
este punto de vista podemos apreciar como los villanos de la trilogía
de Nolan tienen un matiz revolucionario muy contundente. Está claro que
los grandes males de Gotham son casi idénticos a los nuestros propios:
Delincuencia, usura, corrupción masiva, pobreza… Batman se enfrenta a
estos males descubriendo y deteniendo a los individuos particulares que
los provocan: Políticos y policías corruptos, mafiosos, traficantes…
¿pero y si eso es inútil? Como una terrible hidra por cada delincuente
que Batman consigue atrapar aparecen dos más que ocupan su lugar.
La
pregunta que yo planteo es la misma que, después de unos cuantos años
viendo evolucionar la crisis, hacen los movimientos anti-sistema: ¿Y si
este modelo de Estado realmente ya no funciona? ¿Y si Bane, Ra’s al Ghul
o hasta el Joker no iban tan desencaminados?